...que no estaba bien tener sentimientos
de identidad
no relacionados con el éxito...
...ni sentir dolor, ni estar triste...
Y empezó a experimentar la ira, a sentirse orgulloso y vanidoso, y también a sentir envidia; comenzó a saberse avaricioso, a tener dudas, a ejercer la gula, a experimentar también la lujuria y a sumirse en la pereza.